viernes, 24 de julio de 2015

¡Sorpresa!

¡Muy buenas a todos! ¿Qué tal os va? ¿Ya os deja dormir el calor o acabáis con un libro en las manos hasta las tantas? Os estaba intentando escribir una entrada con opinión de un tema, pero el calor me puede aun con el aire acondicionado encendido, así que he decidido hacer un cambio de última hora y...
¡SORPRESA!
Hoy se nos cuela Dark en la página. Ya os comenté cómo surgió la historia, así que hoy os voy a contar un poco más de lo que podéis encontrar en ella. ¿Preparados?
Nuevo hogar. Esas son las dos palabras que me dicen sobre el sitio en el que me acaban de dejar. Son más de las nueve de la noche y aquí estoy, con una maleta y una mochila, esperando a ver dónde me meten. Suspiro agobiado. Es el quinto o sexto lugar al que debo llamar hogar y todo por culpa de esa persona. ¿Por qué no pude quedarme con mi hermana? Ella es mayor, perfectamente podía quedarse conmigo. Es más, la habría ayudado muchísimo y no se vería obligada a pedir ayuda a otras personas que jamás podrían imaginar ni una pizca de lo que ambos hemos sufrido.

-Tu sitio es la casa 15 –me indica el viejo de recepción −. Bienvenido a New Life.

-Gracias –respondo mirando alrededor.

-Deberías ir ya a la casa. Está prohibido permanecer fuera pasadas las diez de la noche.
  -Está bien. 
¡Y esta historia continuará en otra de las miles de páginas que pienso escribir! No, no, no me voy aún, pero Dark sí, que ya va tarde a su casa.

Pues sí, como veis, la historia es narrada por el propio Dark, un muchacho de dieciocho años al que el destino no le ha llevado a donde quería. Para aquellos que estéis dándole vueltas al nombre del chico: sí, es un apodo/mote/pseudónimo/nombre falso/como gustéis llamarle. Y de él os diré... ¡que tiene una hermana mayor! (¿realmente pensabais que os iba a dar el historial completo de Dark?). De ella también os hablaré en otro momento, cuando Dark la vuelva a nombrar. ¿A qué persona acusa de no poder estar con su hermana? ¿Por qué tantos cambios de hogar? Por ahora, os dejo pensar libremente qué se esconde detrás de los cambios de hogar del protagonista de esta historia.
Esta novela estaría catalogada en juvenil e intriga. Son jóvenes los que aparecen aquí (ya avanzo que los más mayores no llegan a los 30) y me encanta dejar con la intríngulis a la gente. No es una novela de ciencia ficción ni está basada en nada, aunque cosas que ocurren en ella podrían pasar en la vida real. Tampoco es una novela romántica; lo siento, románticos y románticas, como diría una amiga de Dark, "poco espacio para el amor hay".

Es lectura ligera (356 páginas según el Word; no sé cuántas más tendrá el día que esté impreso, encuadernado, con los agradecimientos y todas esas cosas que llevan los libros cuántas más tendrá, pero sí sé que la mayoría no leerán las páginas extras a menos que les escriban un "¡ADVERTENCIA!" bien grande y llamativo). Está dividida en capítulos correspondiendo a días; es decir, cada capítulo es un día de la vida de Dark en New Life (aunque algunos días han tenido que ser divididos en dos, tres y hasta cuatro partes). No me hagáis contar cuántos son, sólo os diré que son 60 días. ¿Por qué lo hice así? Porque todo ocurre en 60 días seguiditos; no me gustaba cómo quedaba "capítulo 35" o el número a secas en lo alto de la página. Y porque realmente me pareció más cómodo separar la historia por días.

Y... ¡ya no digo nada más! Oh, vamos, algo tendré que guardarme para otra página, ¿no creéis? Aún falta bastante para que podáis leer la historia completa sin depender de mí para ello. Como mucho, puedo deciros que tengo muchas y muchas ideas dándole vueltas a la cabeza sobre esta historia y me muero de ganas de que por fin tengáis este primer montoncito de páginas para saber qué queréis saber primero de lo que no se dice (y dejaros con la intriga más tiempo).

Hasta aquí la página de hoy. Éste ha sido el principio de New Life; si os habéis quedado con la intriga y queréis más, os tocará esperar a que la casa 1 autorice a Dark para salir de nuevo de la urbanización a compartir con nosotros un poco más de su historia. Hasta entonces, sólo podemos hacer dos cosas: la primera es comentar (ya sea por aquí o a mi dirección de gmail - sheimar90@gmail.com -). La segunda es...
Pasar páginas el tiempo que sea necesario.

viernes, 17 de julio de 2015

Tests

¡Un saludito! ¿Qué tal va el verano? Hace mucho calor por todas partes y lo único que se me viene a la mente por ello son odiseas por desiertos. Un poquito de lluvia no vendría mal, la verdad. Hoy he revisado la lista de ideas y, a demás de ver que empieza a llegar a los mínimos y también empieza a necesitar una tormenta, he decidido dar opinión sobre cierto entretenimiento derivado de los libros y las películas: los tests.

Prácticamente todos de pequeños hemos querido ser como el personaje de una historia o, cuando no había ganas de jugar a "papás y mamás" en el patio del colegio, hemos recreado una película o libro (si no es que habéis imitado a las Spice Girls). También hemos deseado que nuestra vida fuese como la de esos seres y vivir esas aventuras. ¿Quién no se ha tirado al sofá, ha cerrado los ojos y se ha imaginado por un momento en la piel de su personaje favorito?

Admito que, cuando he estado muy aburrida y sin ganas de leer un libro nuevo o de escribir alguna puñetita repentina con la que pasar el tiempo, he entrado en alguna página con tests cuando he encontrado el link en Facebook. Algunos me han hecho reír, otros me han dejado a cuadros y algunos más han sido "¿En serio este resultado? ¡Venga ya!". Pero dejemos de lado los que te quieren mostrar tu nivel de bondad o maldad, tu animal totémico, la criatura fantástica que eres o lo que fuiste en tu vida pasada. Los que quiero tratar son los que te dan como resultado el personaje de una historia o, en algunos casos, el grupo al que pertenecerías de ser un personaje de la historia.

Quizás cuando era una niña recién entrada en secundaria, un test de esos me hubiese parecido igual que uno que intenta decirme qué mascota sería la más indicada para mí. Ahora, con más edad y más libros leídos, no pienso lo mismo. Puede que sea porque ya no percibo la vida, la realidad y lo que me rodea de la misma forma, o al menos así lo creo yo.

Para empezar, tomaremos los tests sobre personajes. A menos que vayas dándoles a las opciones por dar, me he dado cuenta que es muy fácil obtener según qué resultados. Si tienes buen ojo y te fijas en qué pone, puedes ver claramente características que apuntan a los diferentes personajes esperando como posibles resultados. Hay tests que son evidentes el resultado al que te llevarán; hay otros que cuesta más y que, en raras ocasiones, acaban dándote un resultado diferente al esperado por una mínima confusión. A veces sólo necesitas dos preguntas para ver dónde vas a acabar, qué rostro habrá debajo de "tu resultado es". Alguna vez he hecho un test de estos y en prácticamente todos, el resultado ha sido el esperado. Incluso los he rehecho cambiando las opciones para ver si realmente saldría otro personaje ya pensado. Y cuando el test está bien hecho, el personaje en cuestión ha salido.

En cuanto a los tests sobre grupos, he de decir antes que nada que algunos me resultan bastante absurdos. En sí, veo más sencillo conseguir un resultado concreto aquí que en los de personajes. Tomando por ejemplo las cuatro casas de Hogwarts (Harry Potter), sabiendo las características principales de cada casa es fácil elegir las respuestas que encaminen a ella y si no me creéis, buscad alguno y dadle a todas las respuestas que os suenen a valentía. Seguro que el escudo que salga al final será rojo y amarillo con un león. Aun así, creo que haría un test de Harry Potter antes que uno de Divergente. Aviso: los siguientes dos párrafos van a ser una crítica, así que aquellos fans de Divergente que se atrevan a leerlo, luego no me vengáis acusando de nada porque os he avisado.

Os pongo en situación a aquellos que no conozcáis la historia sin hacer demasiado spoiler. La sociedad se divide en cinco grupos clarísimamente definidos: Abnegación, Verdad, Cordialidad, Erudición y Osadía. En cada una sólo hay reflejada una característica: los abnegados solo miran por los demás, los de verdad nunca mienten, los cordiales su propio nombre lo dice, los eruditos se la pasan estudiando y los osados son los valientes que se atreven a todo (saltar de trenes en marcha, saltar por los tejados, caminar al borde del precipicio...). Al margen de esas cinco facciones, existen los divergentes, que son personas que podrían pertenecer a más de una facción y eso tiene acojonaditos a los eruditos sobre todo. Por si alguien no lo sabía, la protagonista es divergente (¿sorpresa?). Y así viven en la historia: siendo cada cual de acuerdo a su facción y con la idea de que los divergentes son peligrosos... Y con la protagonista intentando ocultar lo que es para no ser asesinada.

Realmente hacer un test para buscar estos resultados me parece un poco bastante absurdo. No me creo que alguien a quien le dé como resultado "Verdad" nunca haya dicho una mentira, ni tan siquiera de esas piadosas. Tampoco me creo que alguien sea 100% abnegado y le haya cedido el asiento en el tren o en el bus a todo el mundo y se haya quedado de pie en un viaje de media hora tras caminar varios minutos con un sol asfixiante en pleno verano. Todo el mundo tiene un poco de cada cualidad en su interior, a lo mejor más de una que de otra pero, al fin y al cabo, no sólo una. Así pues, si entre los resultados se encuentra "divergente", todo el mundo acabaría allí a menos que estéis buscando expresamente pertecener a otra de las facciones. Voy a ser sincera: si después de esto buscáis un test, lo hacéis y me ponéis en los comentarios "eh, que a mí me ha salido tal cosa", no os enfadéis si os respondo "¿quieres un pin, un poster o una chapa con tu nombre?".

No pretendo que esto sea un insulto a los fans de esta saga en concreto -porque no me venía otra clasificación absurda a la mente para usar de ejemplo-. Ni que penséis que no me gustaron los libros: los leí, me gustó la historia, pero eso no quita que encuentre absurdos los tests para saber a qué facción pertenecerías de estar en el libro. Y tampoco hago boicot a ningún libro, porque lo que no me gusta a mí perfectamente le puede gustar a otra persona y viceversa. Simplemente digo que hay historias de las que muy difícilmente entenderé el sentido de hacer un test. Encuentro sin sentido según qué tests porque, analizados un poquitín de nada, te das cuenta que al final, por mucho que le hayas ido dando a las opciones hasta dar con un resultado, en el fondo ni de coña somos 100% ese resultado.

Y hasta aquí la página de hoy. A todos los haters que me haya ganado hoy les pido por favor que no hagan un mundo por ella y me declaren la guerra. Sois libres de dejar un comentario, educadamente a ser posible, exponiendo vuestra opinión; encantada os responderé y, quién sabe, quizás logremos entendernos y todo.

Si queréis más, pasad la página. Si no os ha gustado, os animo a esperar la siguiente. Si ya no me queréis leer, sois libres de cerrar este libro y olvidarlo del historial de navegación. ¿Cuántas páginas serán pasadas?

viernes, 10 de julio de 2015

Poesía



¡Bienvenidos todos un día más a mi blog! ¿Se os ha hecho larga la espera? Esta vez la culpa es del ordenador, pero ya está arreglado y ahora sí no hay mayor impedimento que mi falta de ideas a exponer. El tema de hoy es la poesía, algo que me gustaría comentar y de lo que me gustaría conocer vuestra opinión.

Me da que el único poema que conozco entero es “Canción del pirata” de José de Espronceda (siempre está este poema en algún rincón de la página en la que se habla de Espronceda en los libros de literatura castellana), y si me lo sé es gracias al grupo español Tierra Santa (como muchos, seguro). Quitado de eso, lo demás quizás me sale de chiripa porque lo vi en el apartado de literatura del libro de lengua castellana y, por una razón u otra, atino a la hora de relacionarlo con un poeta.

No es que la poesía no me guste, simplemente me es complicada. Está claro que la poesía no sería uno de mis libros de lectura ligera, por muy pocas páginas que tenga la obra en cuestión. Quizás sea porque hay muchísimo sentimiento en ella, algunas veces muy profundo, o por la gran cantidad de recursos literarios que pueden llegar a encontrarse en un poema. Tengo una amiga de la facultad que escribe poemas; en clase, algunas veces escribía algún verso o un mini-poema y me lo enseñaba. Realmente eran bonitos y se le daba  muy bien la rima; siempre le dije que eran muy chulos porque, para mí, lo eran, ni la mentí en su momento ni os miento a vosotros. Puede que no sean grandes poemas o que ahora vaya un enterado en el tema y diga que no son nada, pero para mí, eran bonitos. Sin embargo, si a mí me dicen que tengo que explicar lo que se expresa en ellos, seguro que no acabo de definir todo, si logro definir algo. Si me ponéis un poema en mitad de una novela (unos versos que un chico escribe a su enamorada en la historia, por ejemplo) los leeré y seguramente me parecerán bonitos, pero no me pidáis un análisis de cada verso después, por favor.

Y si ya leerla me resulta complicado, mejor no os cuento escribirla. Puede que sólo necesite centrarme un poco, pero simplemente de pensar que he de vigilar la métrica, que he de ponerle alguna rima, que no iría mal un par de figuras retóricas, que tal y que cual, ya se me van las ganas. Vale, mirando la historia ha habido épocas en las que los poetas han dado más importancia a la forma que al contenido y viceversa. Pero eso no significa que pueda ir por libre y decir que el resultado es un poema o que soy vanguardista.

Creo que escribir en general es complicado; todo artista en cualquier materia ha de ser muy bueno en su terreno para lograr algo. En el caso de la poesía, creo que hay que tener un don extra, llámese sensibilidad o como cada cual prefiera llamarlo. Aunque todo es difícil, veo mucho más sencilla la narración que el poema; no hay que preocuparse por detalles como métrica o el tener que usar algún recurso literario con el que embellecer la frase y, aunque una historia ha de llegar a los lectores, no tiene la carga emocional que pienso se encuentra en un poema.

Por otro lado, creo que la poesía, si bien sigue siendo importante, ha ido perdiendo peso a favor de la narrativa. En una sociedad en la que ya de por sí se lee poco, poca gente lee poesía, porque les atrae o porque han crecido con ella. Los que no la leen supongo que es porque con los años ha ido cambiando su forma, la temática, no llama como los poemas de antaño, o porque (en el caso de la gente joven mayormente) no se la ha motivado a leerla. En el instituto tuve pocos libros de lectura obligatoria que fuesen poemas (alguno hubo, pero ya está). ¿Por qué es así? No lo sé, quien monte el plan de estudio y haga la lista de “recomendaciones para mandar leer a los niños” tendrá la respuesta.

Y hasta aquí la página de hoy. Ésta es mi opinión y estoy segura que habrá gente a favor, pero también sé que habrá gente que no esté del todo de acuerdo conmigo. Si alguien quiere opinar, es libre de hacerlo e incluso de recomendarme algún poema (sed buenos conmigo y recomendadme algo cortito, por favor). Prometo buscarlo y leer el máximo posible sin abandonarlo.

Por cierto, como la encuesta ha parecido ser un fracaso rotundo, le voy a dar una semana más de vida, por si algún despistado en plenas vacaciones no se ha dado cuenta de que estaba ahí.

¿Cuánto tiempo pasará hasta que la poesía aparezca de nuevo por estas páginas?

viernes, 3 de julio de 2015

¿Libro o película?

¡Muy buenas a todos! ¿Qué tal os va? Siento haberos hecho esperar, pero tengo un buen motivo para ello.

Normalmente, después de cada actualización tengo al menos una o dos entradas más preparadas. La siguiente de la lista era lanzaros la pregunta de si preferís libro o película (y como veis en el título, sigue siendo ésa la idea). Subí la entrada anterior, revisé la que tocaba ahora y la dejé lista para hacer simplemente copia-pega-sube y me fui a leer. Como podéis imaginar, me he acabado ese libro, sí. Y como siempre hago, reviso la enorme lista de libros aún por leer a ver qué puedo leer. Haciendo un repaso rápido de mis últimas lecturas, lo que he estado leyendo ha sido romántica, juvenil e histórica. Esta vez necesitaba una lectura realmente ligera con la que desconectar un poquitín de la misma línea y no me preguntéis por qué acabó saliendo Las crónicas de Narnia como único título perfecto para el trabajo. Sí, tengo 25 años y en una semana me he leído cinco de los siete libros de Narnia, estoy majareta, pero lo bien que va para que lo demás no resulte cansino no lo podréis saber a menos que cojáis un par de libros del mismo género y los leáis. A demás, aún no los había leído pero sí he visto las tres películas que se han hecho, por lo que me iba muy bien para reforzar el tema que iba a tratar hoy.

He de decir que podría haber empezado leyendo los tres libros que han sido pasados a película, pero no lo hice así porque, si bien los libros tienen un orden, la historia que se cuenta hace que, hablando por la cronología de la historia, haya otro orden. Y ya que son libros cortitos (creo que el tope de páginas no llega a 160), ¿por qué no empezar por el principio de todo y seguir la historia como toca? Así lo hice y cuando llegué a la primera película (el segundo libro), como ya me la conocía, pensé que la lectura sería muchísimo más rápida, pero me equivoqué. Aun siendo pocas páginas, he de decir que me entretuve más de la cuenta porque la historia parece otra. Sí, bueno, se llega a lo mismo: los cuatro niños que llegan a un mundo a través de un armario donde hay una bruja y un león, blablabla. Quien no sea más joven que yo, no tenga hermanos pequeños, no sea padre o no sea abuelo quizás no tiene ni idea de qué hablo (y quizás la mitad de los nombrados tampoco, pero bueno). Incluso el final, si bien es el mismo, tiene cambios: un personaje dice la frase de otro, en la película se han permitido meter algo que no está en el libro...

Lo mismo me ha pasado con el cuarto y el quinto libro (segunda y tercera película). Recuerdo las películas, recuerdo la historia, sé qué pasaba y hay detalles que daban la impresión de ser importantes en la película que no aparecen en los libros. Por ejemplo, y esto sí que lo nombro, la bruja aparece en estas dos películas (en la segunda la invocan y está a punto de "resucitar" y en la tercera es como un espíritu), sin embargo, en los libros simplemente se la menciona en el cuarto, pero para nada aparece dicho personaje, ni mucho menos interactúa con los protagonistas de la segunda y tercera aventura.

Aun con esto que me ha pasado, creo que la opinión que había dado antes de empezar de 0 este tema no ha cambiado mucho. Sigo disfrutando muchísimo más con un libro que con una película (siempre y cuando estemos hablando de una película basada en un libro, las películas que no tienen libro no cuentan). La libertad de tomar una descripción e imaginar tal y como yo lo interpreto, la gran cantidad de adjetivos que pueden darse para describir un lugar, esos momentos en los que los personajes están en silencio... Para mí, una historia, novela o cuento es un mundo, otra vida; pasar las páginas es hacer avanzar esa vida que alguien ha creado. Me apasiona leer; no me quedo con el libro en las manos como si fuese una ventana a ese otro mundo, a la que me asomo para ver qué pasa, sino que me meto en él y camino junto a los personajes, o lo poco que he leído escrito en primera persona siento que me pasa a mí. Vivo en ese mundo, vivo esa vida, vivo esa aventura. En la película no vivo ahí, no comparto ese sitio; me quedo al otro lado de la ventana observando.

Pero eh, no estoy diciendo que no me gusten las películas basadas en libros. Aun con sus cambios (sutiles en algunos, no tanto en otros, como he descubierto recientemente -relee allí arriba si has pasado olímpicamente de ello por parecerte una idea infantil a mi edad la que me ha llevado a retrasarme con la actualización-), hay cosas que no puedes encontrar en el papel. Lo más claro son las voces. Pueden describirte los sonidos y las voces con mil detalles, pero a menos que la hayas escuchado antes o seas capaz de imaginarla, difícilmente puede llegarte. Le pones al personaje una voz que te medio suena a posible. En las películas esa dificultad no la tienes: el actor o el doblador tienen una voz, a veces acorde con lo que toca, otras no tanto. Hay voces que enamoran, que te llegan al alma, hay voces que te dan grima, otras que te dan risa y las hay que por mucho que quieras, jamás las olvidarás.

Y ya está. Esta página llega a su fin por hoy. Os dejo arriba una nueva encuesta, pero igualmente os pregunto por aquí: ¿qué preferís vosotros, un libro o una película? A todos los ratones de biblioteca y otros lectores no tan hambrientos de páginas os lanzo, a demás, otra pregunta doble: ¿qué saga habéis leído y visto en película? ¿Qué fue primero, el libro o la película? Mi respuesta a esto es "muchas" y "salvo los libros de Harry Potter, Dan Brown y el de Los pilares de la tierra, creo que todos han sido primero serie y luego libro".

Intentaré no retrasarme tanto en la próxima actualización, pero no prometo nada. Simplemente deciros que de Narnia habré salido seguro, por eso no os preocupéis (por cierto, ¿os habéis dado cuenta que al final la lectura ligera no es tan ligera? Si echamos cálculos, a unas 150 páginas por libro, 7 libros...). ¡Hasta la próxima!